Probablemente no todos se den cuenta de que nunca está solo. Estamos constantemente acompañados por alguien que nos cuida e intercede por nosotros ante Dios, quien es mi. Es un ángel de la guarda. Mensajero de Dios para tareas especiales.
Sin embargo, incluso si lo recordamos en la oración, incluso si lo invocamos en situaciones difíciles, nuestra idea de él es a menudo muy esquemática, que es un ángel. Mientras tanto, el Ángel de la Guarda no es solo un guardián de niños o un buen fantasma de dibujos animados, sino un poderoso ser espiritual con personalidad propia y sus propios asuntos. Su función no se reduce a protegernos de eventos desagradables.
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Es alguien que nos guía por la vida, como un entrenador de vida. Debemos recordar que los efectos de su obra dependen en gran medida de nosotros. Es imposible lograr buenos resultados si no escuchas las instrucciones del entrenador, aunque sea el mejor del mundo.
¿Quién recibió al Ángel de la Guarda? En Hebreos encontramos estas palabras acerca de los ángeles: «¿No son todos espíritus ministradores, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación?» (Hebreos 1:14). Esta frase se convirtió en el punto de partida de la investigación teológica sobre los ángeles de la guarda. En los primeros siglos del cristianismo, muchos Padres de la Iglesia creían que el ángel de la guardia acompaña a la persona desde el momento del bautismo.
Sin embargo, también hubo quien asumió que lo recibimos al nacer. Hoy en día, se cree que nadie, incluidos los no creyentes, está privado de esta protección especial. Esto se debe a que todos somos herederos de la salvación. En apoyo de esta tesis, podemos recordar la historia del centurión Cornelio, a quien un ángel mandó llamar al apóstol Pedro. Cuando llegó, llevó la Buena Nueva al centurión y lo bautizó. Así que antes de que esto sucediera, un ángel ya estaba velando por Cornelio (Hechos 10:1-11:8).
Hay muchos pasajes en la Santa Biblia que nos llevan al rastro de los Ángeles Guardianes. Ya en el Libro del Génesis encontramos la declaración de Jacob sobre el ángel que lo protegía de todo mal (Génesis 48:16), que dice mi angel hoy. En el Evangelio tenemos el testimonio de Jesús, quien explicando quién es el mayor en el reino de los cielos, llamó a un niño y le dijo min. palabras como: “Mirad que no despreciéis a ninguno de estos pequeños; porque os digo que en los cielos sus ángeles ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 18:10).
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¿Quién es mi Ángel de la Guarda? Por extraño que parezca, es seguro decir que mi ángel de la guardia es muy similar a mí. Porque aunque nuestro conocimiento de los ángeles se basa en gran medida en especulaciones teológicas, no son fantasmagorías. Resulta de una profunda reflexión de la Sagrada Escritura, donde los ángeles son mencionados cientos de veces, así como de la tradición secular de la Iglesia, los testimonios de místicos y santos.
Y en base a ellos, podemos llegar a la conclusión de que el anjel de la guarda es alguien elegido especialmente para nosotros, que dice mi angel hoy. Alguien que es justo para nosotros. Existe un vínculo extraordinario y una similitud específica entre nosotros y nuestros guardianes celestiales. Desde los albores del cristianismo, ha existido la creencia de que el ángel guardián no se nos asigna al azar.
Esto se debe al hecho de que cada uno de nosotros es diferente, único, único a su manera. Nuestro amigo del cielo es tan único y peculiar como nosotros. Se puede decir que este ángel en particular es el que mejor puede responder a nuestras necesidades para llevarnos a la salvación, nombres de ángeles de la guarda. Para el Ángel, tampoco somos accidentales.
Orígenes afirmó que a los ángeles se les dieron ciertos deberes debido a sus esfuerzos y habilidades, de acuerdo con sus méritos. Estos seres espirituales se diferencian entre sí tanto por su posición (forman una especie de jerarquía) como por sus características personales. No hay dos ángeles iguales nombres de ángeles de la guarda. Hay muchas menos similitudes entre ellos que entre las personas. Esto se debe al hecho de que no están limitados por la materia. Los humanos tenemos muchas características comunes que resultan de una naturaleza (humana). Y el ángel, como S. Agustín imagenes del, no es la naturaleza, es la función.
Los ángeles son por naturaleza espíritus encargados de llevar a cabo los mandatos de Dios.
Por lo tanto, no será un error decir que mi anjel de la guarda es de alguna manera similar a mí, solo que mucho más perfecto. Al mismo tiempo, ocupa su propio lugar único entre otros ángeles. Incluso se puede encontrar la teoría de que si todos estuvieran ordenados en una jerarquía, no habría dos ángeles en la misma fila; formarían una escalera de exactamente tantos escalones como hay.
Pseudo-Dionisio el Areopagita presenta una mirada interesante a la relación entre los ángeles. En la obra «Sobre la jerarquía de los cielos» afirma que hay tres grados de la jerarquía de los ángeles. En cada uno de ellos hay tres coros de ángeles. El primer grado consiste en Querubines, Serafines y Tronos – imágenes de angeles protectores. La segunda consta de Dominios, Potestades y Autoridades, y en la tercera están los Principados, Arcángeles y Ángeles.
¿Por qué necesito un Ángel de la Guarda?
La tarea principal de los existen los angeles de la guarda es velar por los cuerpos y las almas de las personas que les son confiadas. Sin ellos, estaríamos completamente desprotegidos de las fuerzas más allá de nuestro poder para hacer frente.
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Podemos imaginar que estamos en un lugar completamente extraño. Es hermoso allí, pero un poco peligroso al mismo tiempo. Hay ciudades con barrios dudosos, lugares a los que es mejor no ir y delincuentes locales que a veces fingen ser amigos solo para aprovecharse de ti. Nos gustaría ver muchas cosas, aprender mucho y volver a casa sanos y salvos. Sin embargo, no conocemos el idioma local, tenemos algunos mapas, pero algunos desvían, y las costumbres y la cocina local parecen tan fascinantes como peligrosas.
En una palabra: nos cuesta saber movernos en este extraño mundo. Necesitamos una guía. Incluso más que una guía. Debe ser alguien que no solo nos muestre el camino correcto, sino que también nos advierta de la amenaza a tiempo, e incluso nos proteja del ataque insidioso del enemigo. Tales son las tareas el ángel dela guarda. ¿Pero sólo?
Cuando rastreamos la historia de la humanidad desde la creación, vemos que esta es la situación en la que nos encontramos. Somos los descendientes de los exiliados del paraíso. Herederos de la salvación vagando por el mundo. Sufrimos las consecuencias del pecado original a pesar de que hemos sido redimidos por Jesucristo.
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Tenemos la promesa de que podremos regresar a la casa del Padre, pero el camino en el que estamos no está exento de peligros. A veces, todo lo que se necesita es un paso en falso para desencadenar una avalancha mortal de malas decisiones. Cada día, cada momento, tomamos decisiones de las que depende nuestra vida.
Peor aún, a menudo no nos damos cuenta. No recordamos, ya veces no queremos aceptar que justo a nuestro lado, en paralelo, hay un mundo espiritual, no menos real que el nuestro. Hay poderes en él que quieren nuestra destrucción y otros que quieren que lleguemos a nuestro destino a salvo, quien es mi. Entre ellos se encuentra nuestro Guía. Sin embargo, no es solo un guía, sino también un educador, se puede decir un entrenador de vida, un cual es mi ángel de la guarda.