¿CARAVANA O ÉXODO DE MIGRANTES?

Foto: Radio Progreso.

Son ya alrededor de 10 mil los migrantes hondureños que huyen de su país. Es un drama humano. Mas de cinco mil cruzan  Guatemala hacia la frontera con México. Donal Trump no solo ha amenazado a los gobiernos de Honduras, el Salvador y Guatemala con cortar las ayudas acordadas al final de la reunión que éstos han tenido con el Vicepresidente del Vecino país del norte, sino que ha amenazado directamente a los migrantes a través de mensajes que los tres embajadores de Estados Unidos en estos países han hecho público. Por aparte los medios indican que el Presidente de los Estados Unidos militarizará la zona fronteriza para evitar la entrada de los migrantes que sin nada, confiados solo de la solidaridad humana y la caridad, han emprendido viaje, soportan el sufrimiento, no se detienen y no piensan regresar.

Otros cinco mil migrantes han salido recientemente y la noche de este miércole, unos 500 de ellos, intentaban cruzar la frontera de Amatillo entre honduras y el Salvador, paso obstaculizado por columnas de policías armados apostados en el punto fronterizo para impedirlo.

La población de estos tres países centroamericanos, se preguntan ¿que han hecho tanto Estados Unidos y los gobiernos de estos países centroamericanos con el dinero que dicen que se invierte para mejorar la calidad de vida y evitar las migraciones? ¿donde están los resultados o los millones de dólares que los embajadores dicen que se han invertido para la prosperidad o al menos solucionar lo más urgente de la sobrevivencia de los habitantes de estos países?

Para saber qué pasa en Honduras y queriendo tener información ecuánime de la situación, sobre lo que tanto se ha polemizado, hemos solicitado información a una ciudadana hondureña, conocida, médico, con formación académica recibida en varios países centroamericanos y al mismo tiempo con experiencia de vida cristiana, del evangelio, creyente y con sensibilidad social, que ha vivido en Estados Unidos como migrante, reside actualmente en su país y tiene un profundo conocimiento de la realidad.

Ah continuación se transcribe aquí lo que hay en el fondo del drama de las actuales migraciones de hondureños que están estremeciendo la región. Se omite por razones de seguridad los datos personales de esta ciudadana.

A continuación la transcripción de la información:

 

¿Caravana o Exodo?

Honduras está viviendo la peor crisis humanitaria de su historia. Los altos índices de pobreza, desempleo, inseguridad y corrupción, han llevado a miles de compatriotas al límite de la desesperación y se han visto obligados a emprender un arriesgado y doloroso viaje hacia los Estados Unidos.

Cada día son muchos los hondureños que emprenden este viaje, sabiendo del riesgo que corren incluso de perder la vida; sin embargo, la idea de salir en caravana para apoyarse mutuamente y enfrentar los peligros que amenazan ese largo viaje, se fue gestando de boca en boca y a través de las redes sociales en la población, a tal punto que acordaron fecha y se citaron en una de las principales ciudades del país, San Pedro Sula, para iniciar este doloroso viaje.

Yo no lo llamo “caravana”, yo lo llamo “éxodo de hondureños”, son compatriotas que van huyendo del país, la tierra que los vió nacer y crecer y que ahora se ha convertido en una pesadilla para ellos. No van buscando “el sueño americano”, porque a decir verdad ya nadie cree en ese sueño, van intentando buscar una alternativa de vida, van huyendo de la “pesadilla hondureña”, un país al que los actuales gobernantes, impuestos a la fuerza, irrespetando la voluntad popular, han llevado al abismo.

El desempleo, el alto costo de la canasta básica, transporte, vivienda, energía eléctrica, los altos índices de criminalidad, la devaluación de la moneda, la privatización de la salud, educación y recursos naturales, la falta de institucionalidad y la corrupción gubernamental al más alto nivel y con tal alto grado de cinismo, han provocado este movimiento social nunca antes visto. Y el cinismo de los responsables es tan alto que se atreven a culpar a los grupos de oposición de ser los que incentivan a los hondureños a iniciar esta ruta.

Este éxodo masivo deja al descubierto el fracaso de las políticas sociales y sus intentos de manipular los indicadores, haciéndole creer al mundo que” Honduras está cambiando” y de que éste es el gobierno de la “vida mejor”. Se mofan en los medios de comunicación, que se ponen al servicio de los grupos de poder y que forman parte del gobierno, diciendo que hay más empleo, que se ha reducido la pobreza, que hay menos delincuencia etc. etc. cuando lo que percibe la población es todo lo contrario.

Con mucho dolor e impotencia y sin poder evitar las lágrimas en los ojos al ver las imágenes de mis compatriotas huyendo del país, trato de medir el grado de desesperación al que han llegado estos hermanos, a tal punto de dejar todo, aunque aquí me pregunto: ¿Qué es todo, si en verdad no tienen nada?, hasta la patria se les ha negado, lo único que les queda es su vida y la de sus hijos, y con el último aliento que les queda toman esta decisión desesperada tratando de sobrevivir.

Este es el destino hacia donde nos llevan estos gobernantes y sus políticas neoliberales, adueñándose de nuestros recursos y privatizando todas las instituciones y servicios; el país ya no tiene nada que ofrecerle al pueblo, las condiciones están para que el hondureño emigre, aquí ya no se puede vivir y tampoco tenemos derecho a protestar y reclamar derechos porque al que protesta lo acusan de terrorista, lo reprimen, lo encarcelan o lo matan; y para eso sí hay dinero, para comprar armas, bombas lacrimógenas, tóxicos y financiar los cuerpos represivos del Estado, que están listos para reprimir e intimidar y aniquilar cualquier intento de movimiento social que no esté de acuerdo con el gobierno y alce la voz pidiendo justicia.

Es muy triste decirlo: “mi pueblo huye del hambre, no se puede vivir en estas condiciones, sólo queda luchar por sobrevivir” Yo sólo espero que esto sea un grito de auxilio y que sea escuchado por quienes pueden hacer algo por cambiar el destino de nuestros pueblos y por los que aún quedamos aquí para que despertemos del letargo y de una vez por todas defendamos nuestra patria de las garras asesinas que la tienen secuestrada.

Que Dios acompañe a nuestros hermanos migrantes.

 

 

        Una hondureña que clama justicia.

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